
Navegar en la vida moderna
Estoy frente al mar con mi ordenador, es lunes, me levanté a las 7 am hora Panamá, para estar atenta a las 9 am hora Argentina. Desayuné una fajita con champiñones albahaca, queso y tomate. Tomé una taza de café colombiano y bebí un poco de jugo de manzana. Alisté el kayak, remé durante media hora, observé el agua, regresé a casa, me di una ducha fría, preparé mi escritorio y aquí estoy, trabajando, hoy debo entregar un logo, crear los activos digitales de una marca nueva con la que cerré hace pocos días, hacer las tareas de las otras 9 marcas que estoy manejando actualmente, hacer crecimiento de mis redes sociales, enviar emails, debo hacer un newsletter para los que asistieron a mi primera clase conversacional en vivo a través de mi Instagram, preparar la clase conversacional de ésta semana que será sobre inversión en pauta de Facebook e Instagram.
Hoy comienzo clases de buceo, debo pagar las tarjetas de crédito, cancelar algunos honorarios, me duele la rodilla porque me caí y me la raspé como una nena chiquita, y estando todo el tiempo en contacto con el mar es difícil que la costra termine de salir, pero obvio no me quejo, nada será perfecto, los mosquitos me devoraron éstos primeros 6 días en la isla, el paraíso siempre tiene su precio.
Todas las mañanas cuando me despierto, siento que aún no he despertado. Siento que estoy soñando, es verdad que estoy viviendo de ésta manera, es real habitar la vida de una forma diferente, estoy mirando hacia adentro y expandiendo toda mi energía para que esto siga siendo posible, solo debo respirar y ser muy coherente con lo que deseo, organizada dentro de todo el movimiento que hago, estoy navegando sí, estoy navegando en mi propia vida, agradezco ese momento en el que hace casi 6 años atrás no conseguí empleo en Buenos Aires como productora audiovisual, y tuve que reinventarme como Community Manager, que en ese momento era algo prácticamente desconocido, aprendí a surfear sin tener tabla, y así crecí en esta profesión del marketing digital que hoy en día genera millones de empleos de diversos estilos, community manager, estratega digital, implementador, optimizador, performance, cuántos tipos de cargos nuevos. Miles de personas han virado sus carreras a éste campo, pero no todos logran alcanzar el éxito, la mirada integral es necesaria, como en el mar hay que saber moverse con la corriente, ir en contra de ella cuando estás de ida y en dirección a ella cuando estás de vuelta, reinventarse y ser comprometido, no subestimar esta profesión que requiere mucho desarrollo, estudio, creatividad, tiempo, paciencia e integridad profesional.
Ahora todos podemos brillar, no hay mucho misterio, las herramientas están ahí, hay que saber utilizarlas y no ser esclavo de ellas, los iconos antiguos se desvanecen, es un momento en que se construyen marcas personales constantemente, o mejor dicho es necesario construir tu marca personal, tu reputación digital, saber que hay que exponerse, en casos como mi carrera, generar notoriedad, construir una historia constante, donde la realidad es lo que debes mostrar, no sólo lo bueno, también los desafíos y como te enfrentas a ellos son importantes y hasta diría que son los verdaderos inspiracionales, por qué? porque si yo puedo vencer mis miedos, ayuda a que otros se sientan motivados, igual para mí si veo a otros lograr alcanzar sus sueños, me motiva a ir por los míos.
Yo pienso en local y vivo a global, qué quiero decir? Centro mis comunicaciones en personas parecidas a mí, que tienen sueños, ganas, temores similares a los míos, no pretendo alcanzar a millones de personas pero quiero estar en contacto con quienes realmente pueden y quieren creer en mí y acompañarme en mis aventuras.
Podemos llegar a tener un impacto sorprendente, siempre y cuando dejemos de disparar a las estrellas y nos centremos en un objetivo que se pueda ver, con uno solo puntual es suficiente para trabajar en ello. Todo lo contrario a otras épocas en las que el mundo se enfocaba en hacer un esfuerzo por lograr la dominación. Nadie tiene la dominación más, porque tenemos el poder de compartir lo que queremos y lo que nos gusta, puedo pagar por publicidad, para que mis contenidos alcancen a más personas pero no puedo pagarles por un like, por darle “Follow” a mi Instagram, ni para que me comenten o compartan algo, no puedo pagar por eso, porque no dominamos nada, compartimos nuestras vidas y nos conectamos a otros a través de éstas herramientas que hoy, yo uso a mi favor.
GRACIAS A TODOS LOS QUE LEEN.