NOS VAMOS A ÁFRICA!
El 2018 es un año maravilloso.
Parece perfecto, pero recuerden que la vida de las personas no es lo que vemos en sus redes sociales.
No conocemos a alguien por ver su Instagram.
Cada uno de nosotros habita sus propias batallas. Y en el detrás de cámaras lograr lo que nos proponemos no es tán fácil como se ve en un par de Stories.
Es alucinante observar la evolución de uno mismo, y de nuestros sueños.
Cómo vamos madurando, evolucionando y desarrollando nuestra verdadera riqueza.
Cuando era niña, trepaba a los árboles, me subía a los columpios, me lanzaba en el tobogán. Hoy me trepo en aviones, me subo en mis sueños y me lanzo a nuevos paisajes.
Cubierta de barro y con morados en mis rodillas, a la vez que ayudaba a mi madre con mis hermanos, vivíamos capítulos difíciles económicos y emocionales.
Desde chiquita descubrí que el mundo podía ser duro y cruel.
Nunca he sido una persona que puede construir muros en su corazón.
No sé protegerme de mis emociones y cuando mi río fluye no puedo detenerlo.
He aprendido por supuesto a ser más precavida, pero mi naturaleza es impulsiva, confiada y hasta ingenua.
Quizás soy una persona que ama estar aprendiendo lecciones. Lo que sé, es que cada vez que entrego mi corazón y no recibe lo que busca, continúo mi viaje lo más suavemente adaptándome a mi próxima excursión.
Me aprobaron la visa de Marruecos!
Nos vamos a África!
Al Sahara, allí, donde El Principito pidió que le dibujen un cordero.
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2018 is a wonderful year.
It seems perfect, but remember that people’s lives aren’t what we see on IG.
Each one of us inhabits his own battles. It is fun to observe the evolution of oneself, and of our dreams. How we are maturing, evolving and developing what is our true wealth. When I was a child, I climbed trees, the swings. Today I climb on airplanes, I climb in my dreams and I launch into new landscapes. Deck of mud and purple on my knees, while helping my mother. Since I was a little girl I discovered that the world could be hard and cruel. I have never been a person who can build walls in his heart.
I have my Moroccan visa!
We’re going to Africa!
To the Sahara, there, where The Little Prince asked to be drawn a lamb.