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Morning Pages

Morning Pages

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En el 2012 encontré uno de mis libros de cabecera, El camino del artista de Julia Camerón.

Hacía unos 7 años una profesora de guión nos había comentado sobre aquel libro que – en ese momento y en algunos países- era muy difícil de conseguir, a mí me quedó grabado el título en la memoria. Un día recién mudada a una residencia estudiantil en Almagro, Buenos Aires, encontré un ejemplar del libro intacto sobre una de las mesas de la residencia, pregunte de quién era, y nadie se acreditó la propiedad por lo que el encargado de la residencia me dijo que me lo quedara.

Que gran regalo me hizo. Empecé a leer el libro y fue el inicio de una etapa de fuerte introspección, de un trabajo profundo sobre el conocimiento de mí misma y un análisis muy crudo de mucho de lo que sucedía en mi vida.

El camino del artista, el psicoanálisis y la escritura son tres de las más grandes herramientas que poseo en mi vida y que siento que me han ayudado a mejorar el trato hacia mí misma, a desbloquear procesos, a identificar los sabotajes y a vivir en abundancia y tranquilidad.

Las páginas matutinas es uno de los principios fundamentales del libro, Julia Cameron plantea dos herramientas principales para nuestra recuperación creativa, a la que yo le llamo recuperación creadora, porque muchos de ustedes leerán ésto y pensarán – pero es que yo no soy artista – y proseguirá pensando “yo soy abogada, yo soy ingeniera, yo soy mamá, yo no sé ni que soy” les hago un spoiler, el libro de Julia y las páginas matutinas son para cualquier persona en la vida.

Listo Caro, entendimos, pero, ¿qué son las páginas matutinas?

Ok, compra o elige un cuaderno, cualquiera, yo ahora uso uno mediano, hay quienes se animan con un gran cuaderno como mi amiga Dani que además hace talleres sobre el libro, una vez que tengas el cuaderno, o aún si no lo llegas a tener hojas sueltas pueden servir, no hay excusas, puedes proponerte empezar la mañana siguiente.

Al despertarte tomarás un ratico para éste ejercicio, luego se convierte en el espacio, es simple, permitirte un momento para escribir tres páginas, es decir un texto escrito en una cara de una hoja, en este caso son tres caras de hoja, una página y media. Si quieres escribir más, está bien, si quieres escribir menos, mejor intenta terminar tus tres páginas. Ojo, es mi recomendación personal, y es lo que a mí me ha servido, pero la libertad y adaptación van de la mano.

El hecho es que si deberías tratar de hacerlas en un inicio todas las mañanas al despertar, incluso antes de lavarte los dientes, dedicar ese momento a dejar todo lo que venga a tu cabeza, lo que quieras depositar en ellas, además es una escritura libre, sin prejuicios, esas páginas no son para que las releas (al menos en un largo tiempo) ni para que las lea otra persona, son tuyas, de ese momento, de cada mañana, se entregan a ese instante y se quedan allí, tu mejor amigo es el papel y el bolígrafo.

Las morning pages son un vaciado de cerebro, una limpieza matutina de tus pensamientos, en mi caso después de casi 10 años escribiéndolas, obvio que he tenido temporadas donde no las escribo, siempre que vuelvo a ellas me hacen mucho bien y suelo utilizarlas cuando estoy en períodos muy creativos o muy bloqueada, me ayudan a canalizar y ordenar emociones, ideas, pensamientos que parecen no tener brújula.

Ulisas mi novela, mi libro que publiqué en Nueva York en el 2019 y que puedes conseguir a través de Amazon o Lulu en cualquier parte del mundo, la escribí en un 70% inspirada y apoyada en mis páginas matutinas del 2012 y 2013. Es decir el fruto de lo que sembré en esos años me ayudó a darle sentido a mi obra literaria, varios años después.

Hace un año, después de haber publicado mi libro, de vender unos 300 ejemplares de manera autogestionada, encontré mi primer cuaderno de las páginas matutinas, es un cuaderno grande, de esos universitarios, volví a leerme y me encontré con tanto allí que solté, que limpié, que nombré, que aprendí sin saber que lo estaba haciendo a visualizar.

Una de las cosas que más me sorprendió fue encontrar una de las hojas con la palabra EMPRENDEDOR en mayúsculas y en el centro de la página, hace 10 años no existía la oleada de información sobre emprendimientos que hay hoy en día y las redes sociales no eran lo que son, todavía la forma en la que uno se informaba pasaba más a través de investigación minuciosa, enciclopedias, bibliotecas, obvio que Google, pero no era lo que hoy en día. En la página empezaba relatando que en pocos días me quedaría sin dinero, que estaba preocupada porque había renunciado a mi empleo donde me sentía incómoda y en un ataque de esos que te hacen crecer y que a veces necesitamos en la vida, había renunciado sin tener nada en mente, en esa misma hoja escribía que había tenido un sueño donde me aparecía una palabra de manera muy contundente y no sabía bien su significado, la palabra era EMPRENDEDOR.

Escribo y se me ponen los ojos aguados, porque meses después surgió la idea de crear LACICLA mi agencia de marketing digital que hoy en día es fuente de ingresos para varias personas, y yo en ese momento no tenía idea de que sería capaz de crear una empresa sólida, rentable y que me permitiera la libertad financiera y la satisfacción profesional y emocional que me brinda hoy en día. Obvio que para llegar a donde estamos hubo miles de páginas matutinas en el proceso.

Es por eso que hoy te invito a que empieces ese lindo ejercicio, hablar de las páginas matutinas es de alguna forma la manera que tengo para agradecerle a Julia ese super poder que nos regala en su libro. No tiene nada de mágico, simplemente es el poder de depositar tus emociones en un cuaderno, tus dificultades, tus pensamientos, tus metas, tu energía ahí entregando lo que el inconsciente sabe y quizás no eres capaz de decirte, para lo que puede cambiar, para lo que quieres transformar, lo que deseas soltar.

Si las comienzas procura al menos hacerlas durante 4 semanas, you can do it.

ESCRIBE A MANO, ni se te ocurra hacerlo en la computadora o el celular por favor.

Las páginas matutinas son una de las mejores amigas que yo tengo en la vida.

En mi caso hoy en día – pero ojo que yo soy veterana en ésto – las hago cuando mi mañana para mí misma comienza, es decir tengo dos estilos de rutina:

La más cotidiana ahora es despertarme, estar con Eloísa en la cama un rato, salir de la cama, llevo a Elo a la cocina, preparo el desayuno y mientras ella come, me siento a escribir.

La que me gusta muchísimo pero requiere de más esfuerzo es levantarme muuuuy temprano, cuando Gus y ella están en la última etapa de sueño, prepararme una taza de algo caliente, prender una velita, incienso, y escribir en profundo silencio, dejando que mi escritura pueda ser la herramienta que mi mente y mi corazón conectan a través de esas sagradas páginas que me acompañan y me permiten mucho más de lo que yo misma puedo imaginar ahora mismo.

Si decides empezar me cuentas y si ya lo practicas me encantaría conversar.

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Catadora de emociones | Escritora Estratega Digital en @LACICLA